el buen sabor del café en un café....
Nosotros, por aplastante mayoría,
nos trasladamos al Café de Siempre a murmurar,
a leer,
a mentir,
a beber,
a reír,
a vivir
la vida más profunda, más intensa, más segura,
o la menos dura, que es esta vida amable de la literatura.
Y luego en el café corren, vuelan
las horas
-las horas soñadoras, las horas
más sonoras-.
Porque en el cristal de nuestros vasos
¡hemos visto morir muchos ocasos
y hemos visto nacer muchas auroras!
3 comentarios
Raquel -
milindris -
Raquel -