Blogia
Club Café Olé

Una visita al Rick's Cafe de la pequeña Habana

Una visita al Rick's Cafe de la pequeña Habana

Ése es el titular de un artículo escrito por Marta Torres para la versión digital del periódico La Razón.

Y esto, lo que cuenta del local:

Los exiliados cubanos debaten cada día, desde hace 35 años, el futuro de su isla en el mítico Café Versalles en Miami

 Es un lugar mítico de Miami. El Café Versalles, donde los cubanos exiliados discuten a diario el futuro de su querida isla, sabe a puros cubanos y a café con leche con un vaso de agua. Su creación, en 1971, coincide con la llegada de María Bufi. Tenía 25 años y volaba en uno de los últimos aviones que aterrizaron desde Cuba. Pisó tierra firme junto a su marido y con dos niños pequeños de la mano, sus dos hijos, de 2 y 5 años. «Me vine por todo lo que pasaba con Fidel...», admite con la mirada perdida, quizás piensa en Cuba, a la que «me gustaría volver». El sabor del menú, al más puro estilo cubano. Moros y cristianos -habichuelas negras con arroz blanco-, ropa vieja y pescadito frito, les transporta cada día en un viaje muy corto, pero lleno de sueños a su querida isla.
   Jorge Miguel García pertenece a la generación de los niños de la «operación Peter Pan», realizada entre diciembre de 1960 y octubre de 1962 y coordinada por Estados Unidos, la Iglesia Católica y los cubanos disidentes. Hasta 14.000 niños, hijos de opositores al Gobierno comunista, se trasladaron durante esos meses. Este plan también se aplicó a los hijos de los padres que tenían miedo de que enviasen a sus pequeños a campos de trabajo soviéticos. José Miguel admite que: «Yo llegué con 9 años a Miami. Cuba lleva 47 años sumida en una mentira. Se tiene que enterar todo el mundo de las verdades sobre la realidad del país. No tenemos la mejor educación ni sanidad del mundo porque esto es sólo para los extranjeros. Los cubanos tenemos que llevar la bombilla, las sábanas y otras cosas más. Sólo atienden bien a los que llevan dólares y euros», concluye mientras recuerda que su padre estuvo en la cárcel por no estar de acuerdo con las ideas de Fidel Castro. José Sánchez escucha con atención las palabras de su compatriota. Está cansado de las leyendas de la revolución cubana. «¿Qué pasa con esa gente que lleva la camiseta del Che Guevara. Cuba era un país del primer mundo y ahora es del décimo. El Che era revolucionario, pero Fidel lo único que quiere es poder. Es un 60 por ciento fascista, 40, estalinista y 100 por cien fidelista», explica. Por otro lado, con respecto a la posición española, José Sánchez piensa que: «Zapatero está en la bobería, y su antecesor socialista, Felipe González, se desencantó de Fidel. Este último intentó que entrase con la cosa de los derechos humanos, pero entendió cómo era Fidel», sentencia.
   Falta de carisma. Jorge Miguel García apunta que «el gran engaño» ha sido la gran baza de Fidel Castro. «Decía que Estados Unidos iba a acudir en cualquier momento a atacarnos, pero al final ha bajado el fusil y le ha dado las riendas a su hermano». Pero, no cree que dure mucho porque Raúl no tiene el mismo carisma, anticipa mientras Yanelis, de 33 años, les recoge los platos. Yanelis, cubana, pero de otra generación, presta poca atención a lo que ocurre. Ella sólo sabe que «abrimos a las 7 de la mañana y cerramos a la 1 de la noche», mientras levanta la voz. Fuera sólo se escuchan gritos de «Castro, Castro, vete pa'l carajo». Todos ellos llevan dos días de espera desde que se supiera que el dictador cubano había traspasado el poder a su hermano Raúl. Una espera que se ha prolongado durante los últimos 47 años.
   Son casi las 22:00 horas y todavía a Yanelis le piden cafés. Jorge Miguel García reconoce que «están muy bien para dormir. Yo sin mi café cubano, que no me duermo, fíjate».
   

0 comentarios