UN REGALO-ARTILUGIO
Ayer me sorprendió Anónima con un regalo estupendo. Y digo que me sorprendió porque no esperaba un regalo (GRACIAAAS, QUÉ ILUSIÓN RECIBIR REGALOS INESPERADOS) y porque la naturaleza del regalo era, cuanto menos sorprendente. A estas alturas ya os estareis preguntando qué puñetas me regaló Anónima, ¿verdad? Pues una cafetera. Pero no una cafetera cualquiera, no: una cafetera tan especial que, además de hacer café y poder ser programada para que lo haga cuando queramos, tiene reloj y radio.
Como aún me estoy peleando con el folleto de instrucciones, no puedo invitaros todavía a un delicioso expresso, pero os emplazo para el momento en que consiga descifrarlas o en que alguien me explique de una forma clara y sencilla el manejo de este estupendo artilugio.
GRACIAS, ANÓNIMA.
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antonia -
Raquel -
mónica -