¿Y ASÍ QUÉ GRACIA TIENE?
El concepto de comida rápida está adquiriendo aún mayor rapidez gracias a Internet y a los servicios de comunicación inalámbrica. Aquellas personas ocupadas, cuyo tiempo no les permite hacer largas colas para comprar un pedazo de pizza, un emparedado o una taza de café, están tomando ventaja del ascendente número de opciones para comprar comida usando aparatos inalámbricos como el teléfono móvil. Esta nueva modalidad permite a los usuarios ordenar sus alimentos y tenerlos listos a la hora de pasar a recogerlos.
Por ahora, el servicio está disponible solamente en un puñado de ciudades estadounidenses con un número limitado de establecimiento participantes. Entre las empresas que están implementando el modelo están Mobo System Inc., cuyo sitio Web, www.gomobo.com, ofrece servicios a 24 restaurantes en New Haven, Connecticut y Nueva York, incluyendo dos locales de la cadena Subway, famosa por sus sándwiches y un restaurante de sushi en el sector central de Manhattan.
De igual forma, MyTango, lanzado en abril en San Francisco, permite a los consumidores ordenar comida de trece restaurantes.
Sin embargo, aún queda por demostrar si este nuevo modelo representa un adelanto al tradicional concepto de llamar y recoger, en el que una persona llama a un establecimiento, hace la orden y posteriormente va a recogerla.
Aquellos que se benefician del sistema planean expandir rápidamente su área de cobertura. Mobo, por ejemplo, tiene en su mira incluir seis ciudades estadounidenses en 2007, entre las que están Boston, Chicago y Filadelfia. Para 2008 serán doce. La empresa también explora la posibilidad de lanzarse fuera de EE.UU. teniendo como objetivo principal ubicaciones en Londres y Hong Kong.
Los promotores de esta tecnología sostienen que sus servicios atraerán consumidores profesionales o lo suficientemente ocupados que, además, vivan en grandes ciudades. Estos indican que la forma tradicional de ordenar comida ha quedado rezagada ante la facilidad y rapidez que suponen adelantos tecnológicos como la mensajería de texto.
"Las personas pueden evitar colas y obtener sus alimentos frescos", dice Noah Glass, quien a sus 25 años es el fundador de Mobo. "Pueden incluso hacerlo a una cuadra de distancia del restaurante. Simplemente llegan, recogen su comida y siguen su camino".
Glass señala que, para ordenar por teléfono, los consumidores tienen que saber de antemano el número telefónico del establecimiento, esperar a ser atendidos, lo que puede ser tedioso, especialmente en horas pico, y dar la información de su tarjeta de crédito. Además, dijo, algunos lugares como Dunkin' Donuts no aceptan órdenes telefónicas, pero sí a través de mensajes de texto, principalmente porque se puede hacer el pedido y el pago automáticamente.
Para usar Mobo, los consumidores se registran gratuitamente en su sitio Web, y ponen en lista su número telefónico y la información de su tarjeta de crédito. Después se les solicita a los usuarios que enumeren sus preferencias alimenticias de los establecimientos de Mobo. A cada preferencia se le otorga un dígito del panel numérico del móvil. Si la persona quiere hacer un pedido, envía el mensaje de texto con el dígito correspondiente a su producto predilecto. Mobo pasa la orden al restaurante y automáticamente el establecimiento hace el trámite de pago directo a la tarjeta de crédito, sin cobro adicional por servicios.
MyTango, por su parte, usa una fórmula similar a la de su competidor, con la diferencia de que la compañía californiana cobra un cargo por la transacción de entre 10 y 25 centavos por cada orden. Con trece locales funcionando, la empresa espera añadir cuatro más para fin de septiembre.
Esta tendencia no sólo se ha disparado en Estados Unidos. Inglaterra también cuenta con su propio servicio. La empresa UKShop Ltd., a través de su portal www.softwareforrestaurants.com , permite a los habitantes de Londres, Oxford y Cardiff disfrutar de las mismas ventajas que los estadounidenses, con la característica adicional de contar con un sistema de posicionamiento global, que ayuda a encontrar restaurantes cercanos a su ubicación.
La iniciativa europea espera llegar a las costas de América este año, estableciendo su sede principal en Nueva York.
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